En los últimos meses, el nombre «Evergrande» ha estado en boca de todos, y no precisamente por buenas razones. La gigante inmobiliaria china, Evergrande Group, ha sido el centro de atención debido a su inminente colapso financiero y su impacto en la economía global.
En este artículo, exploraremos qué sucedió con Evergrande, cómo llegó a esta crisis de deuda y las implicaciones que esto tiene para China y el mundo.
Antes de sumergirnos en los detalles de su crisis, es importante entender quién es Evergrande. Esta empresa, fundada en 1996 por Xu Jiayin, se convirtió rápidamente en una de las mayores desarrolladoras inmobiliarias de China. Evergrande se destacó por su rápido crecimiento y su enfoque en proyectos residenciales de lujo en todo el país.
En las primeras décadas de su existencia, Evergrande experimentó un ascenso meteórico. La demanda de viviendas en China era insaciable, y la empresa supo aprovechar esta oportunidad para expandirse rápidamente.
Sin embargo, a medida que el tiempo pasó, Evergrande comenzó a enfrentar problemas financieros. La empresa había acumulado una deuda colosal mientras seguía adquiriendo tierras y desarrollando proyectos a gran escala.
La crisis de deuda de Evergrande es el corazón del problema. La empresa acumuló una deuda de más de 300 mil millones de dólares, una cifra que simplemente no podía pagar. Esto desencadenó una serie de eventos que llevaron a la situación actual.
En septiembre de 2023, Evergrande se encontraba al borde del colapso. La empresa no pudo realizar pagos de intereses sobre sus bonos, lo que llevó a su primer incumplimiento importante.
Este incumplimiento provocó protestas de compradores de viviendas que habían invertido sus ahorros en proyectos de Evergrande. La incertidumbre sobre la entrega de viviendas empeoró la situación.
La crisis de Evergrande tuvo un impacto significativo en la economía china. La disminución de la inversión en bienes raíces afectó a muchas industrias relacionadas, desde la construcción hasta la manufactura de materiales de construcción.
El gobierno chino intervino para evitar un colapso completo de Evergrande y sus consecuencias potencialmente catastróficas.
Las autoridades chinas instaron a Evergrande a reestructurarse y vender activos no esenciales para pagar parte de su deuda.
El gobierno chino también emitió advertencias a otras empresas inmobiliarias sobre la necesidad de controlar su deuda y riesgo financiero.
La crisis de Evergrande no se limita a China; sus implicaciones se sienten en todo el mundo.
Los mercados financieros globales sintieron la sacudida cuando Evergrande comenzó a tambalear. La preocupación por un posible contagio financiero se extendió rápidamente.
La caída en la construcción de viviendas en China afectó la demanda de materias primas como el acero y el cemento, lo que a su vez impactó en los precios globales de estas materias.
En resumen, Evergrande, una vez un gigante en la industria inmobiliaria, se encuentra en medio de una crisis financiera monumental debido a su deuda masiva. Aunque el gobierno chino está tomando medidas para mitigar el daño, las implicaciones globales de esta crisis son significativas y continuarán sintiéndose en los mercados financieros y en la economía mundial.